El proceso de corte con chorro de agua es un proceso muy sencillo. A grosso modo, se trata de un chorro de agua a una velocidad muy alta con el que se consigue cortar cualquier material de hasta 25 cm de espesor. A continuación explicamos más detalladamente como funciona exactamente:
1. Una bomba de ultra-alta presión, impulsada por pistones, genera una presión de agua de 94.000 PSI. Para que nos hagamos una idea, una manguera de bomberos opera a una presión de unos 1.000 PSI.
2. Se hace pasar este flujo de agua a gran presión por un orificio muy pequeño, del grosor de un cabello humano, para conseguir velocidades superiores a tres veces la velocidad del sonido (en torno a 4.000 km/h). Este orificio debe tener unas características muy concretas debido a la gran presión a la que está sometido. Por lo general está fabricado en rubí o zafiro.
3. Este flujo de agua a 4.000 km/h arrastra el abrasivo por el efecto Venturi. La adición de un abrasivo al agua multiplica por 1.000 la capacidad de corte de la misma. El abrasivo está formado por un tipo de arena poco común, la almandita, del grupo de las arenas granates. Está caracterizada por un grano fino con las aristas muy vivas.
4. Se hace pasar la mezcla supersónica de agua y arena por un cabezal de corte. Este cabezal está fabricado en diamante, el material más duro que existe, para poder soportar la erosión que provoca el flujo de agua y abrasivo.
Mediante este proceso se consigue cortar CUALQUIER material con espesores de hasta 25 cm.